Una de las cosas que siempre digo, es que la espeleología no es nada más que cuevas y competiciones, también existen eventos como las jornadas, congresos, convenciones, encuentros... en los que no hace falta meterse en una cueva... solamente con el hecho de compartir experiencias, charlar, conocer a gente nueva... ya tiene los objetivos cumplidos. Y eso es lo que me pasó a mí en 2013, cuando los amigos catalanes Jordi Comas, Lluís Auroux y Floren Fadrique, todos de la Associació Catalana de Biospeleología BIOSP a la que pertenezco, con el motivo de mi visita a Barcelona para el III Encuentro Ibérico de Biología Subterránea, consiguieron tener una cita en la residencia donde estaba el Dr. Joaquín Mateu. Fue uno de los sueños cumplidos y una experiencia excepcional y sensacional.
Floren Fadrique, Lluís Auroux y Toni Pérez, junto al Dr. Joaquín Mateo (año 2013)
Tengo que agradecer siempre a mis compañeros catalanes el detalle que tuvieron conmigo para poder conocer al Dr. Mateu. Ayer, 20 de Enero de 2015, a sus 94 años de edad, nos dejaba y la verdad que me sentí muy triste. Me vinieron muchas cosas a la cabeza, pues la persona de Joaquín Mateu me interesaba muchísimo en el ámbito entomológico y sobre todo bioespeleológico. Joaquín Mateu fue el pionero de la bioespeleología en Jaén y pionero de la bioespeleología moderna en Andalucía, y sus expediciones e investigaciones en el medio subterráneo andaluz, han sido motivo de muchas fascinantes sorpresas para mí.
El Grupo de Espeleología de Villacarrillo (G.E.V.) al que represento, siempre ha tenido una amistad especial con el Dr. Mateu. Desde que nos pusimos en contacto con él hace ya años y nos animaba a seguir nuestra rutina espeleológica, hemos rendido pequeños homenajes en infinidad de ocasiones, como en 2007, en la I Gala de la Espeleología, donde le concedimos el Premio ESPELEO 2007 a la Investigación Subterránea, o en la portada de Monografías Bioespeleológicas nº 2 (también del mismo año 2007) donde exponíamos uno de los carábidos que él describió y en el interior de esta revista varios artículos que iban relacionados con su persona, o en la portada de la reciente Monografías Bioespeleológicas nº 9 (de 2015), con el primer carábido que describió en cuevas de Jaén.
Pero no tenemos que olvidar que en 2013, también quisimos rendirle otro pequeño homenaje, sacando el libro "Los invertebrados de hábitats subterráneos de Jaén", 60 años después de que estuviera en nuestras tierras investigando el medio subterráneo de la Sierra de Cazorla (Jaén), y en el que colaboraban más de 30 especialistas.
No tengo palabras para decir las sensaciones, sentimientos y emociones que siento en este momento. Todo el mundo que conozco me ha hablado muy bien del Dr. Mateu y con el trato que yo he tenido personalmente con él muchos años ha sido fantástico. Desde Jaén, desde Villacarrillo, quiero desearte maestro todo lo mejor allá donde estés, espero que explores cuevas y encuentres muchos "bichitos" subterráneos interesantes, y te acuerdes de todos los que te queremos. DESCANSA EN PAZ MAESTRO.
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